jueves, 11 de junio de 2009

martes, 9 de junio de 2009

independencia y federacion


Independencia y Federación (1821-1841) [editar]
Artículos principales: Provincias Unidas de Centroamérica y República Federal de Centroamérica

Acta de Independencia de Centroamérica localizada en las instalaciones de la Asamblea Legislativa.
El 15 de septiembre de 1821, en una reunión en la Ciudad de Guatemala, los representantes de las provincias centroamericanas declararon su independencia de España y conformaron una Junta Gubernativa provisional, presidida por el antiguo Capitán General español, Gabino Gaínza. La noticia de la independencia llegó a San Salvador el 21 de septiembre. (1) (2)
Al concretarse la independencia centroamericana, solamente le quedaban tres opciones a la naciente unión de provincias: primero, conservar la unidad de las provincias; segundo, independizarse en naciones bien definidas; o tercero, anexarse al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide.
La noticia de la independencia desconcertó a la mayoría de los grupos conservadores en las distintas provincias y ayuntamientos de Centroamérica. La preocupación de los sectores conservadores se tranquilizó cuando las autoridades de Guatemala recibieron una carta de Iturbide, quien se había proclamado Emperador de México, invitando a Centroamérica a unirse al imperio.
La Junta decidió consultar a los ayuntamientos y respondieron dos tercios de ellos, de los cuales 168 aprobaron la anexión, y dos, San Salvador y San Vicente, rehusaron unirse a México. La Junta de Guatemala declaró la anexión a México el 5 de enero de 1822. Iturbide envió tropas mexicanas al mando del general Vicente Filísola para someter a las provincias rebeldes de San Salvador y San Vicente. El general Filísola entró con sus tropas a San Salvador en febrero de 1823, luego de varios meses de resistencia.

Epoca precolonbina


Época precolombina [editar]
Artículo principal: Época precolombina de El Salvador
Antes de la conquista española, el territorio que actualmente ocupa la República de El Salvador estaba ocupado por tres grandes Estados y varios principados. Entre los pueblos indígenas de la región se encontraban los lencas, chortis, xincas, uluas, Chorotegas, pocomames, y pipiles, todos ellos pertenecientes al área cultural mesoamericana.[1]
En un principio, El Salvador estuvo habitado por grupos que reciben el nombre de paleoindios. Uno de los lugares donde mejor se conserva su huella es la Cueva del Espíritu Santo. En el 1500 a. C. llegaron los mayas y lencas. Entre el 600 y 1000 se establece la cultura de Cotzumalhuapa, cuya evidencia arqueológica en El Salvador ha sido descubierta en Cara Sucia.

Maqueta de las ruinas precolombinas de Tazumal
Durante el periodo clásico, los sitios dominantes del área occidental y central comerciaban y se veían influenciados grandemente (más aún en la arquitectura) por Copán; las evidencias encontradas en Tazumal y San Andrés sugieren que los antiguos gobernantes no participaban mucho de la política maya, ya que dichos soberanos contaban con sus propios sistemas culturales. Para el periodo Clásico Tardío los grupos étnicos y etnias eran: lencas (potones y taulepas), uluas (cacaoperas), mayas (chortíes y pocomames), xincas y Chorotegas.

Los pipiles [editar]
Véase también: Señorío de Cuzcatlán
Véase también: Fase Guazapa
En el 900 llegaron los pipiles. Desde esa fecha hasta el 1200 se llama a ese período Epiclásico. Fue en ese tiempo cuando los indígenas que habían vivido allí antes de los pipiles, lograron mantener su soberanía aliándose con ellos en sitios como Tazumal —habitada por pocomames— y en Cihuatán — construida en este período por mayas y lencas—. Hacia 1200 los pipiles atacaron, y estos sitios fueron abandonados para siempre. Atiquizaya fue convertida en capital de un señorío pocomam que ocupaba gran parte de Ahuachapán y parte de Santa Ana. La cultura de los pipiles era similar a la de otros pueblos del Centro de Mesoamérica, especialmente de las nahuas (tolteca).

conquista de el salvador


Artículo principal: Conquista de El Salvador

El conquistador español Pedro de Alvarado
El 31 de mayo de 1522 el español Andrés Niño, a la cabeza de una expedición, desembarcó en la isla de Meanguera en el (golfo de Fonseca); y posteriormente descubrió la bahía de Jiquilisco y la desembocadura del río Lempa.
En junio de 1524, Pedro de Alvarado salió de la población de Iximché en el actual territorio de Guatemala para iniciar el proceso de conquista de Cuscatlán. Bajo su mando estaban unos 250 soldados españoles y unos 6,000 indígenas aliados, principalmente tlaxcaltecas. Luego de pasar por los poblados de Itzcuintepec, Atiepac, Tacuilula, Taxisco, Guazacapán, Chiquimulilla, Tzinacaután, Naucintlán y Paxco, llegó a las riberas occidentales del río Paz, y lo cruzó para internarse en los territorios pipiles.[3]
Luego de algunas leguas de camino llegó a una población de Mochizalco (hoy Nahuizalco), que Alvarado encontró desierta, debido a que sus habitantes la habían abandonado luego de enterarse de los atropellos que había realizado al otro lado del río Paz. Luego continuó hasta la población de Acatepec que también había sido abandonada por sus habitantes.[3]
Alvarado continuó hacia el sur y llegó a la población de Acaxual (Acajutla); al continuar, se encontró a media legua del pueblo con el ejército pipil, entablándose una cruenta batalla. El mismo Alvarado fue alcanzado con una flecha en el fémur, quedando herido de gravedad.[3]
Luego de la batalla, Alvarado realizó un repliegue para curar a los heridos, permaneciendo unos cinco días en Acaxual. A pesar de la gravedad de su herida, que le obligaba a permanecer en la retaguardia, marchó contra el poblado de Tacuzcalco (hoy Nahuilingo), que se encontraba situado al sur de la actual ciudad de Sonsonate; allí se entabló una desigual batalla con enormes pérdidas para el ejército pipil. Los españoles descansaron un par de días y continuaron hacia Miahuatán, que encontraron desierta.[3]
Al llegar a la población de Atehuan (actualmente Ateos, La Libertad) recibió mensajeros que traían una declaración de paz de los Señores de Cuscatlán; sin embargo Alvarado avanzó hacia la ciudad de Cuscatlán y encontrándola desierta. Parece ser que en julio de 1524, Alvarado regresó a Guatemala debido a las condiciones climatológicas.[3]

la cultura de el salvador


Puedo irme mas lejos en este asunto para nombrar algunas de las razones, de lo que considero una alienación cultural para crear falsa conciencia dentro de nuestra sociedad, empesando con lo que se considera cultura o patrimonio cultural netamente salvadoreño y el porque ha costado tanto a muchos romper con los esquemas que el consumismo impone. Aparte decido adentrar sobretodo en el asunto de la alienación, y abordar el tema del impulso y programa, de la política cultural que los gobiernos salvadoreños han tenido durante un largo tiempo y tocar algunos puntos importantes alrededor de este asunto partiendo de las nuevas generaciones dentro de todo ese contexto. Si bien es cierto, algunos escritores jóvenes salvadoreños están entrando a un mercado y trascienden dentro del esquema de un marketing para vender sus libros, ya no es tanto por talento, si no por la efectividad que posee las editoriales para vender un libro, aun cuando este no posea méritos literarios. Hay que decir lo que sucede y por que sucede, si es que son efectivos para lograr vender sus libros solamente es el efecto de un proyecto de mercadeo para promover de esa forma un producto, que aunque a veces no posea un mérito, posee el respaldo de equipos del marketing que hacen que estos libros, se puedan vender como pan caliente. En todo caso tendría que tenerse éxito en esas áreas, dentro del país y no en el extranjero. ¿Porque razón sucede que los salvadoreños llegan a pensar que los logros en el extranjero en ese campo de la literatura, son logros mayores, que los que pudieran poseer dentro del país? ¿Por que no cambiar de mentalidad y pensar que lo que se produce dentro del país en la poesía tendría mayor validez, a nivel nacional, si el grado cultural de nuestro pueblo, fuera mas elevado? Es ahí donde encontramos cierta inconsistencia, por que en el discurso mismo, no se aspira a elevar la educación de nuestro pueblo, para que estas puedan valorar lo que somos, poseemos y producimos dentro de nuestras propias fronteras. Obviamente, esto tiene una explicación. Por favor señor, sea serio, e indiquemos quienes son los que están detrás de ese negocio. No siga creando falsas expectativas donde no existen, el mejor poeta es aquel que se desliga del esquema narcisista, supera el yo, yo, y yo. Pero de tal palo tal astía. ¿Serán estas expresiones narcisistas el reflejo de una falta de identidad colectiva que exterioriza el individuo? No se puede suplantar el trabajo literario de un poeta de carrera, que ha logrado por un largo tiempo dominar en esos campos, (partiendo de lo regional a lo universalmente conocido) desde hace mucho, es que las obras de arte no son un producto, que por venderse tenga las mejores cualidades. No quiero ser grosero, ni lastimar la sensibilidad de estos jóvenes, simplemente deben saber que el talento es un asunto que deviene de la disciplina del trabajo constante, y si existe un desarrollo en ese campo este debe evaluarse desde las bases mismas del nivel cultural y educativo que posee nuestro pueblo para que sea éste, el que considere y evalue ese trabajo. No se puede reducir la experiencia de otros que ya llevan un camino adelantado y que poseen una experiencia extraordinaria, desconocidos en el país por que a los poetas no muchos los leen y de esa manera y como tal el problema mismo estriba en la capacidad de dos trabajos, uno que se remite al trabajo de la obra, y otro al trabajo del mercadeo, pero si consideramos que solo por el hecho de que un libro se puede vender, a veces hay que ser honestos para darse por enterados que ese mismo esquema lo están llevando a cabo en otros países y entra de esa manera el producto como pan, a competir en editoriales extranjeras que gastan millonarias cantidades de dinero para vender las obras de sus connacionales. ¿Repito de nuevo, y esa pregunta queda levitando, por que no hay mas lectores que los evalúen y tienen éxito en nuestro país? ¿Por que no tocan el corazón del pueblo para que este se identifique con ustedes? ¿Cual es la sensibilidad que ustedes pueden transmitir y la reflexión que sea aceptada ante el pueblo salvadoreño? En verdad, les toco la médula, es la realidad que los confronta. Para intentar afuera lo que no pueden hacer adentro. Esa opción no la tienen muchos escritores salvadoreños que no vivan en contextos diferentes, y aunque en muchos años, muchos escritores han sufrido un bloqueo sistematizado de filtros al interior del país, han logrado romper fronteras sin apoyo estatal o partidista, editorial o del mercado. El talento siempre tiene un sobrepeso sobre lo que no sirve, y sus obras aunque no conocidas al interno del país han podido trascender sin necesidad de usar la publicidad. Eso es lo que primero muchos escritores salvadoreños en primera instancia han logrado, esa experiencia no la han conquistado ustedes, he aca la propuesta nueva. He ahí la realidad salvadoreña que a ustedes los confronta, aunque no quieran admitirlo. Romper con lo establecido no es difícil, si en tanto los movimientos culturales pueden dar un paso adelante para librarse de la mentalidad consumista que los obstaculiza, sería apropiado pensar en una vía que no patente el trabajo realizado, pero librarlo de esquema del valor que le da el dinero al sentimiento,